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Lo que empezó como un experimento de Blizzard para incursionar en el territorio del modelo free-to-play es, en realidad, una experiencia robusta y adictiva. Basado en los personajes y lore de su popular serie Warcraft, Hearthstone busca entregar una experiencia divertida, sencilla y competitiva.
Hearthstone fue diseñado para jugar en línea, pero capturando la esencia de un juego de cartas en la vida real, así que cuando bajas de tu mano una carta, el tablero se mueve como si la hubieras golpeado sobre éste. Al atacar, las tarjetas se mueven para enfrentar su objetivo y se escuchan risas o sorpresa cuando haces una gran jugada que implica mucho daño, todo para reproducir a la perfección la ilusión de que un mundo está observando tu partida, aunque el duelo, hasta cierto punto, es algo íntimo entre los participantes.
El modelo de juego se basa en un formato digital del tipo Collectible Card Game (CCG), que son tarjetas coleccionables, al estilo de Magic: The Gathering, el más popular del género. Aquí, 2 participantes se enfrentan en un duelo; cada quien utiliza su propio mazo de cartas, los turnos se alternan y gana la partida quien agote primero los 30 puntos de vida del contrincante. Existe un recurso llamado mana cristals, una especie de contadores que permiten jugar cartas más poderosas conforme avanzan las partidas; esto significa que en el primer turno tendrás un mana cristal, mientras que en el turno 6 tendrás 6 de estos cristales.
En otros títulos las cartas se basan en alguna especie de magia, aquí, el diferenciador son las clases extraídas directamente de World of Warcraft, donde cada una tiene un habilidad única y la estrategia es un elemento fundamental, ya que siempre hay una clase que funciona mejor contra otra. Tenemos un total de 9 clases representadas por héroes de Warcraft: Mage (Jaina Proudmore), Priest (Anduin Wrynn), Warlock (Gul´dan), Hunter (Rexxar), Rogue (Valeera Sanguinar), Shaman (Thrall), Paladin (Uther Lightbringer), Druid (Malfurion Stormrage) y Warrior (Garrosh Hellscream).
Lo primero que tienes que hacer, una vez que saltas a Hearthstone, es identificar cómo jugar y posteriormente enfrentar todas las clases para desbloquear sus decks. Esto significa derrotar al Warrior para tener acceso a su set de cartas y así sucesivamente con todas las clases, lo que resulta en una gran oportunidad para conocerlas todas, incluidas sus habilidades y sus cartas específicas, además del estilo y preferencias de los jugadores. Las clases suben de nivel a partir de la frecuencia con que se utilizan, lo que permite desbloquear cartas propietarias de dicha especialización, que son las herramientas de tu deck. Sin embargo, también existe una selección de cartas comunes que pueden ser utilizadas por todos los personajes. Al igual que en los ítems, armaduras y demás elementos en World of Warcraft, cada tarjeta tiene una clasificación que va de común a épica o legendaria y comparten los colores conocidos por los veteranos del juego masivo en línea.
Existen 3 modos de juego principales: Play (Jugar), Practice (Práctica) y The Arena. En Play hay 2 tipos de partida: casual o clasificada para subir en el listado mundial; aquí formas mazos personales con cartas de tu colección y la clase de tu preferencia, con la restricción de que sólo puedes tener 2 ejemplares de cada una y el límite es de 30. Al ganar una partida obtienes oro para comprar sobres y así aumentar tu colección de tarjetas para acceder a uno de los modos más adictivos: The Arena.
Así es, para jugar The Arena es necesario pagar con dinero real o con 100 monedas de oro ganado dentro de Hearthstone. Aquí, eliges una clase aleatoria de 3 y luego carta por carta en el mismo formato de tercias hasta completar un mazo de 30 tarjetas para jugar contra otros participantes. Para acabar el ciclo se requiere perder 3 veces, ganar 12 o simplemente retirarse, pero aquí es importante señalar que cada vez que derrotas a un enemigo obtienes mejores recompensas.
Entre las características más importantes de estos juegos están los cambios de tarjetas entre amigos; esa posibilidad está ausente en Hearthstone, pero Blizzard lo resolvió permitiendo desencantar las cartas que no utilices, lo que significa destruirlas y otorga una cantidad de arcane dust. Este recurso se acumula y permite crear cualquier carta existente en el juego. El proceso es el siguiente: si tienes una tarjeta repetida puedes desencantarla y, dependiendo de su rareza (común, epica, rara, legendaria, etc.), recibes una cantidad de arcane dust, que permite forjar una carta específica.
Actualmente hay un total de 382 cartas, pero progresivamente se añadirán nuevas y también booster packs. El título está diseñado sobre la base de las microtransacciones y aunque no es necesario gastar un centavo para desbloquear cartas, se puede utilizar un cambio de moneda real para comprar tarjetas o entradas en The Arena.
Hearhstone se encuentra en fase Beta cerrada, en la cual ha participado un millón de personas. Nos encontramos muy cerca de la Beta abierta para PC, Mac, iOS y Android, y por consiguiente, del lanzamiento planeado para el segundo trimestre de 2014. Es importante señalar que esta etapa contará con modo cross-platform. Los desarrolladores también trabajan en un modo aventura para un solo jugador, donde al completarse, el participante recibirá tarjetas especiales de recompensas.
La fórmula de Hearthstone funciona: es sencilla pero las estrategias avanzadas requieren un entendimiento un poco más profundo de las mecánicas. Las estrategias y el balance de cartas se encuentran en un punto muy saludable, y es un excelente ejemplo de que un juego puede ser, al mismo tiempo, adictivo, variado y profundo. Las oportunidades que tiene para saltar a la rama de eSports es enorme y vemos un gran futuro para él. Sólo resta esperar el lanzamiento para poder echar el duelo.
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