It Takes Two demuestra que el multijugador local sigue vivo

Inspirado en Pixar y comedias románticas, Josef Fares está haciendo un título encantador


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Josef Fares es un creativo que ha sabido destacar en la industria de los videojuegos, más allá de sus excéntricas declaraciones que le han ganado un montón de titulares. Gracias a su pasado en el mundo del cine, Fares ha entendido que el lenguaje del gaming es diferente al de la cinematografía y es por esto que se debe tratar como tal.

Esta idea es algo que Fares ha explorado en toda su obra ―Brothers: A Tale of Two Sons y A Way Out― ofreciendo experiencias cooperativas que ligan las mecánicas de juego con la historia, logrando así que el jugador sea parte de lo que pasa de una forma u otra. Con It Takes Two, su más reciente proyecto, Fares intentará sofisticar esta idea con una aventura carismática.

Pero, ¿en verdad es tan bueno como para ahorrarle a Fares los $1000 USD que prometió pagar a todos los que le aburran? Hace poco tuve la oportunidad de probarlo y, aunque ese dinero no me caería para nada mal, la verdad es que la pase genuinamente bien.

It Takes Two es un videojuego cooperativo que tiene toda el alma de una comedia romántica hecha por Pixar. En ella seguirás a Cody y May, una pareja joven que ha descuidado su relación al grado que parece que el amor se esfumó. Para no hacer el cuento largo, llega el punto en el que deciden divorciarse y esta noticia cae como balde de agua helada a su hija, quien en el fondo sabe hay forma de rescatar el cariño que se perdió en la rutina.

En un mar de lágrimas, la chica suplica ayuda a un libro de relaciones que consiguió. Tranquilo, no son páginas de autoayuda que te da la dirección de un queso, ni una novela de dudosa calidad con un mensaje final cursi y poco realista. Se trata de nada más ni nada menos que la mágica obra del doctor Hakim, un gurú del amor que de forma fantástica convierte a Cody y May en juguetes y les promete que les regresará su humanidad con una condición: que arreglen su relación.

Ahora, en forma de figuritas, esta pareja tendrá que buscar la manera de volver a ser humanos. Aunque Hakim ya les dijo qué hacer, la verdad es que tienen muy poca confianza en un libro parlanchín y es difícil querer culparlos por eso. Así pues, emprenden una aventura en la que experimentan con diferentes formas de acabar con lo que ellos perciben como una maldición.

En su camino por su propio domicilio, Cody y May encontrarán desafíos y peligros que tendrán que sortear trabajando como pareja. Puede ser algo tan sencillo como usar la fuerza de ambos para abrir una puerta o tan alocado como ser soldados en una guerra entre unas ardillas y un grupo de avispas, pero hagan lo que hagan tendrán que hacerlo junto si quieren llegar lejos. En algunas ocasiones Cody tendrá que apuntar una aspiradora para que May llegue a una plataforma que de otra forma es inaccesible. En otras, May tendrá que usar un martillo para que Cody puede acceder a otros lugares.

La cooperación es clave
La cooperación es clave

En una presentación que tuvimos con Fares, el creativo no se cansó que decirnos que quiere combinar las mecánicas de juego con la historia de It Takes Two. Al jugarlo, te das cuenta que es algo en lo que se puso mucho empeño para hacerlo realidad. La cooperación es clave, así que justo como Cody y May, tú y tu compañero tendrán que saber comunicarse y trabajar en equipo por un objetivo en común. ¿Esto quiere decir que It Takes Two puede salvar tu relación como si fuera terapia en pareja? No realmente, pero por lo menos recibirás la misma lección de comunicación que los personajes en pantalla.

Por lo anterior, todo en It Takes Two está diseñado alrededor de esta cooperación. Aunque Cody y May son personajes que se controlan exactamente igual, cada nivel que probé les dio una herramienta única que se complementa con la del otro. De este modo, la presencia de cada uno se vuelve invaluable, por lo que resulta imposible progresar a menos que ambos colaboren. Gracias a esto es una experiencia cooperativa desde la médula y logra que el trabajo en equipo sea mucho más que simplemente apretar un botón al mismo tiempo.

"Dificilmente voy a olvidar que tuve una pelea al estilo Street Fighter contra una ardilla militar"

Lo que pude probar de It Takes Two me mostró una calidad de diseño impresionante que entrega un producto muy pulido que me recordó a Conker's Bad Fur Day, ese juego noventero que Rare sacó para el Nintendo 64, aunque el título de Fares no apuesta por la misma irreverencia. Entonces, ¿a qué viene la comparación? Ambos son juegos con un ritmo fenomenal ―y sin inútiles collecionables― que te van presentando nuevas ideas que nunca extienden de más su presencia para quedarse el tiempo necesario. Incluso se diseñaron mecánicas que sólo aparecen por unos cuantos minutos y se van. La idea de esto es crear momentos que sean verdaderamente memorables. ¿Lo logran? No puedo hablar por el juego completo, pero dificilmente voy a olvidar que tuve una pelea al estilo Street Fighter contra una ardilla militar mientras vamos sobre el ala de un avión que mi compañero está piloteando.

Falta por ver qué tan efectivo es a largo plazo lo que Fares y su equipo cocinaron para It Takes Two. Pude jugar los primeros 2 niveles y en ellos se me bombardeó con sorpresas, mecánicas nuevas y momentos que me sacaron carcajadas porque no podía creer lo que estaba viendo. Si eso se mantiene en las cerca de 12 horas que dicen que dura It Takes Two, estaremos hablando de un juego que va a merecer tu atención.

It Takes Two llegará el 26 de marzo a PlayStation 5, Xbox Series X|S, PlayStation 4, Xbox Series S y PC. Puedes saber más sobre este proyecto desde este enlace.

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