Un juego que sin duda lo juegue en mi infancia, era muy sencillo, pero también divertido. Desarrollado por Konami en el año de 1983, el juego fue lanzado para las plataformas de Colecovision y NES.

El objetivo de juego era muy simple, tenías que guiar al pingüino de nombre Penta en diversas fases para poder llegar a las bases de la Antártica de diferentes países, con ello, tenías que sortear diversos obstáculos para salir adelante. La dificultad del juego era moderada, pero se adaptaba a diferentes rangos de habilidad para un videojuego de su época.
Era adictivo el juego.
En conclusión, es uno de esos juegos de la infancia que uno recuerda con cariño, no por su historia u otro elemento más complejo, si no por su diversión.
La música es muy conocida.