Videojuegos, tiempo de calidad entre padres e hijos

Como si se tratara de una bocanada de aire fresco para la industria del videojuego, misma que ha sido incesantemente atacada durante el último mes, un estudio efectuado por el recién comprado estudio PopCap Games y la universidad londinense de Goldsmiths ha arrojado resultados positivos en torno al efecto que los videojuegos tienen al interior de las familias.

Tomando como referencia a un grupo de 3,250 padres y abuelos con hijos y nietos menores de 16 años, el doctor Tomas Chamorro-Premuzic llegó a la conclusión de que títulos de corte casual, tales como Plants vs. Zombies, Angry Birds o Bejeweled favorecen la rápida comprensión de la tecnología por parte de los niños, al tiempo que constituyen convivencia de calidad dentro del núcleo familiar.

Por si fuera poco, un tercio de los padres asegura que sus hijos jugadores llevan vidas sanas y hacen ejercicio, mientras que 53% considera que, gracias a esta clase de títulos, sus retoños han mejorado en la resolución de problemas.

“Estos hallazgos son importantes porque resaltan los beneficios sociales de jugar videojuegos (…) El hecho de que padres y abuelos usen juegos para conectarse con sus hijos y nietos sugiere que los videojuegos pueden mejorar los talentos sociales y hacer una contribución clave a una paternidad efectiva y al desarrollo infantil,” aseguró el Dr. Chamorro-Premuzic.

Por su parte, Cathy Orr, directora de relaciones públicas internacionales de PopCap Games, subrayó que dicha compañía ha conducido muchas investigaciones para probar que los juegos casuales no sólo son extremadamente divertidos, sino que también alivian el estrés, un aspecto indudablemente positivo para los miembros de las familias alrededor del mundo.

Si bien es cierto que el género casual ha sido enfáticamente señalado por favorecer la simplificación en el desarrollo de juegos, no cabe duda de que también es responsable por el acercamiento de nuevos segmentos de edad al medio del entretenimiento digital, desmitificando la creencia de que únicamente jóvenes introvertidos y faltos de talento social son quienes disfrutan de esta forma de entretenimiento.