Al parecer, la tormenta que atraviesa Zynga está lejos de terminar, pues tras constantes renuncias de algunos de sus más altos ejecutivos, la compañía podría ser víctima de espionaje corporativo, pues están demandando a Alan Patmore, exdirector de CityVille, de robar importantes documentos, y es con tal argumento que exige se firmen nuevos acuerdos de confidencialidad.
Según abogados de Zynga, cuando Patmore abandonó su cargo se llevó consigo 760 expedientes en formato digital que usará ventajosamente en su nuevo puesto como vicepresidente de producto en Kixeye. Para justificar el proceso legal, los abogados de la firma exponen que la información incluye los métodos para definir cuáles mecánicas tendrán éxito, un detallado esquema de negocios para juegos sociales tipo FarmVille, planes para fortalecer la oferta de CityVille, ideas de monetización para juegos F2P, el diseño de un juego en desarrollo, datos de ingresos y compensación a empleados, además de todos los correos que recibió el exdirectivo durante su estadía en Zynga.
El reporte índica que el 12 de octubre se solicitó una orden de restricción para que Patmore estuviera obligado legamente a no compartir ni utilizar la información que adquirió durante sus años en Zynga. La complicación para la desarrolladora de propuestas casuales es que su caso podría enredarse en tecnicismos legales y los estatutos constitucionales que permiten a sus empleados utilizar la experiencia generada, si bien no los datos específicos.
Fuera de los juzgados, Zynga tiene que enfrentar otra clase de desafíos, ya que en meses recientes pasó de ser una de las firmas más exitosas de la actualidad en la industria del pixel, a una cuyas acciones no tienen valor para inversionistas, sin mencionar los escándalos laborales y los malos resultados financieros.
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