Dan Malloy, gobernador de Connecticut, aprovechó una reunión con cientos de alcaldes de Estados Unidos para criticar tanto a videojuegos como a armas de fuego por el auge de la violencia que se vive en aquel país, cuestionando el valor social del entretenimiento violento.
Si invirtiéramos el mismo tiempo y energía en quitar los estigmas sobre la salud mental
[p]que en promover la proliferación de estos videojuegos que eliminan los estigmas sobre la violencia, ganaríamos mucho como sociedad explicó el gobernador.
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Malloy continuó diciendo que el día del tiroteo de Newtown había videojuegos que permitían a la gente entrar a escuelas y disparar. ¿Por qué hacemos eso? Cuando estamos dispuestos a quitarle estigmas a la violencia y dispuestos a llevarla a nuestras casas, a nuestras salas y ponerlos en pantallas de 50 pulgadas, cuando ganas más puntos dependiendo de cuántas veces le disparas a alguien con tu semiautomática, ¿dónde está el valor social en eso? ¿Es esta la clase de cosa en la que queremos involucrarnos como nación?, preguntó.
El gobernador de Connecticut concluyó criticando la falta de disposición de parte de la industria de los videojuegos para promover más estudios sobre los efectos a largo plazo de los títulos violentos, a lo cual siguió el aplauso generalizado de los asistentes.
En el mismo tenor, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso al Congreso esta semana conducir nuevos estudios sobre videojuegos violentos, destinando hasta $10 MDD para tal fin.
Todo esto viene como consecuencia del tiroteo de Connecticut en diciembre pasado, mismo que dejó decenas de muertos, la mayoría de ellos niños, y que reavivó el debate sobre los medios violentos y el control de las armas de fuego en la Unión Americana.
Esta semana, John Houston, exmiembro de Arkane Studios, negó que los videojuegos tuvieran culpa en actos violentos como el de Newtown, pero señaló que tampoco hacen mucho por prevenirla.
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