SaGa es una de las franquicias más infravaloradas de Square Enix y, aunque suena extraño, tal vez merezca tener esa posición. Por lanzamientos exclusivos de Japón, así como una naturaleza de experimentación, la serie ha pasado desapercibida por muchos, incluso por aquellos que no se pierden ninguna entrega de Final Fantasy o Dragon Quest.

Dicho esto, parece que Square Enix está listo para cambiar el destino de SaGa. No sólo con más lanzamientos, sino trayendo de vuelta una de sus mejores entregas para que tenga una oportunidad de enamorar a nuevas audiencias. Es así como llega Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven, un remake del clásico de Super Famicom, Romancing SaGa 2.

¿Qué tal está? Gracias a una copia de reseña proporcionada por Square Enix pude jugarlo anticipadamente y, ¿sabes qué? Quedé enganchado. Si bien no es un remake sumamente ambicioso, es uno que entiende qué, más que superar o reemplazar al original, debe ganarse un lugar a su lado para conectar con una nueva generación de jugadores.

Heredando el trono

Romancing SaGa 2 puede parecer un típico JRPG, pero la realidad es muy diferente. Como un remake fiel a las raíces del original, Revenge of the Seven sigue ese mismo camino. Sí, sé lo que estás pensando: “tiene un sistema de batallas por turnos; espadas; magia; personajes que podrían ser galán de anime, ¿seguro que no es como los mil y un JRPG que he jugado en mi vida?” No, no lo es y esto es algo que te deja claro desde los primeros instantes. Si eres quisquilloso con los spoilers te recomiendo saltarte al otro párrafo porque lo que voy a mencionar toca a detalle los primeros instantes del juego, ¿No lo eres? Bien ¿Sigues leyendo? Ok, continuemos: al inicio de Romancing SaGa 2 eliges a tu personaje, le pones nombre, presionas continuar e inmediatamente estás en una caverna controlando a un rey que nada tiene que ver con tu personaje. Desde ese momento, te da una cachetada para que tires todas tus expectativas. No sólo estás controlando a alguien que ni siquiera esperabas (aunque bueno, sale en la portada), sino que también llegas directo a la acción desde una posición de poder. Nada de adolescentes que se quedaron dormidos o que cayeron desde un puente.

Ahora podría dedicar un montón de párrafos a decir cómo es que Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven es diferente a otros JRPG, pero en realidad eso es arrebatarte un poco de la experiencia. Claro que tendré que detallar algunas cosas para explicarte por qué es un buen juego, pero honestamente creo que una de las mejores maneras de disfrutarlo es a ciegas sin saber qué viene; dejarte perder en sus redes para que poco a poco te atrapen y te enganchen. Es de esos juegos sobre los cuales se disfruta aprender y me da la sensación de que no lo conoces por completo hasta que lo terminas en más de un par de ocasiones.

Uno de los elementos más importantes de Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven es que presenta una estructura no lineal. No es un mundo abierto ni mucho menos, por lo que su libertad se ofrece en la manera en la que te deja conocer su mundo y enfrentar las misiones. El mundo se va abriendo poco a poco, pero eres tú el que decide hacia qué dirección lo hace. El momento en el que conozcas ciertos lugares o enfrentes a ciertos enemigos dependerá de tus acciones en lugar de un guión preestablecido que te lleve de la mano. Si bien esto tiene algunos problemas, es un concepto muy bien ejecutado y que, además de brillar por sí solo, convierte a Revenge of the Seven en una experiencia con mucha identidad.

La estructura de Romancing SaGa 2 también impacta en la forma en la que funciona la narrativa. A diferencia de grandes exponentes del género, en Revenge of the Seven poco importa el desarrollo de la trama o de sus personajes. Más bien todo se enfoca en cómo evoluciona el mundo, el progreso del reino y la forma en la que diferentes generaciones de héroes luchan por poner fin a una amenaza. Si parece que es una narrativa sencilla es porque así es por diseño, pero eso tampoco se traduce en una historia poco interesante. El juego presenta un mundo del cual es fácil enamorarse, además de que presenta un pasado y una amenaza llenos de intriga, así como un futuro que te da la sensación de que puedes moldear con tus acciones.

Por su parte, el combate es por turno y enfocado en un sistema de fortalezas y debilidades, cuya característica principal es un sistema de alineaciones que te permite organizar a tus unidades de diferentes formas para así aprovechar sus fortalezas o cubrir sus debilidades. Es un combate fácil de entender, pero que va evolucionando con enemigos que representan un verdadero reto para que estés obligado a experimentar con diferentes alineaciones, armas y clases de personaje. Esto nos lleva a otro de los elementos únicos de Romancing SaGa 2 y se trata de su progresión.

En un JRPG tradicional las cosas funcionan asi: sales al combate, peleas, consigues experiencia, tus personajes suben de nivel y se vuelven más fuertes. Romancing SaGa 2 tira todo esto a la basura y presenta un sistema enfocado en fortalecer armas y elementos. Entre más uses una habilidad en el combate, mejor serás con ella y eso te permitirá desbloquear poderes con mayor impacto. Esto cambia la forma en la que enfrentas varias partes del juego, como el combate o el grindeo. De hecho, esto último no se siente como un grinding tradicional, sino como un entrenamiento en el que practicas una y otra vez para que tus unidades se vuelven expertas en sus movimientos.

Esto se conecta con el sistema que conecta el combate y la narrativa: el sistema de herencia. El conflicto de Romancing SaGa 2 es intergeneracional, por lo que seguirás a una línea de reyes y reinas que están luchando por librar a su pueblo de las fuerzas del mal. Una vez que completes cierta cantidad de acciones, el juego pasará a otra página para presentarte a una nueva generación de personajes y darte la elección del nuevo monarca. Este personaje heredará las características de su antecesor y lo mismo pasará en cada generación. Con lo anterior podrás diseñar a tu guerrero ideal con las habilidades, ataques y fortalezas de quienes te acompañaron antes en tu aventura. Es un sistema muy entretenido que ofrece un montón de opciones de personalización y también le da peso a cada batalla, puesto que cada habilidad que fortalezcas conservará su poder de generación en generación.

Uno de los sellos de SaGa es que es una franquicia experimental. Akitoshi Kawazu, la principal fuerza creativa detrás de esta serie, es una mente que prefiere tomar el camino poco convencional con tal de crear juegos diferentes. Este fuego creativo puede llegar a quemar y, si bien en el caso de Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven estamos ante un juego en el que la experimentación entrega buenas sensaciones, también hay algunas decisiones que tienen consecuencias.

Por ejemplo, Romancing SaGa 2 tiene una estructura no lineal que permite que esta aventura se sienta como tuya. Dicho esto, lo anterior también rompe el formato tradicional de JRPG para entregarte un juego con una narrativa que, aunque es interesante, toma el asiento de pasajero por su falta de estructura. Asimismo, puede provocar que por momentos te sientas perdido por los diferentes caminos que te ofrece el juego.

Algo parecido pasa con sus sistemas de juego y la progresión. El combate es muy fácil de entender con su sistema de debilidades y formaciones, pero la forma en la que adquieres nuevas habilidades no tanto; incluso puede llegar a sentirse un tanto aleatoria. Lo mismo puede decirse de la forma de conseguir dinero, ya que están ligados al tamaño de tu imperio y todo lo que hagas para que sea un mejor lugar para vivir.

Eso sí, es importante reconocer que estos problemas son unos que desaparecen con el paso de las horas. Después de un rato de Romancing SaGa 2 comprenderás su sistema y la estructura de tu historia para dejarte ir de lleno con todo lo que tiene que ofrecer. Una vez que haces clic con Revenge of the Seven todo hace sentido y se vuelve una experiencia tan enganchante como gratificante.

Romancing SaGa 2 para el mundo actual

Justo apenas mencioné diferentes elementos que hacen que Romancing SaGa 2 puede generar incomodidades en algunos jugadores, pero también hay que reconocer que Revenge of the Seven hace un fenomenal trabajo para que ese proceso en el que haces clic con el juego sea mucho más leve y rápido.

Revenge of the Seven está repleto de mejoras de calidad de vida para verdaderamente ser un JRPG de 2024. Es una experiencia accesible, con menús muy bonitos en los que es fácil navegar y los cuales incluso te dan opciones para que tengas el mejor equipamiento o entiendas bien los elementos del juego. También la interfaz presenta varios elementos para que puedas llevar mejor registro del estado de tus personajes, las debilidades del enemigo y otros detalles que resultan importantes para el juego. En pocas palabras, todo ese dolor provocado por ser un juego de 1993 se fue y en su lugar tenemos un juego que sólo genera fricción en los lugares donde tiene que hacerlo.

Por supuesto que la presentación también fue actualizada y mejorada. Romancing SaGa 2 era un juego con gráficos en pixeles y Revenge of the Seven lo adapta a las gráficas 3D lo cual no solo cambia el aspecto, sino también el diseño de niveles. Si bien el apartado visual no es el más sofisticado ni avanzado, logra brillar gracias a una buena dirección de arte. Algo similar puede decirse del diseño de niveles ya que los escenarios son principalmente sencillos, pero cumplen la misión de hacer que el mundo de Romancing SaGa 2 se sienta más grande, más vivo y con una mayor cantidad de secretos a descubrir. Por último tenemos la banda sonora de Kenji Ito que fue maravillosamente recreada para sonar mejor que nunca.

Por último hay otro tema a tocar y es la dificultad. Romancing SaGa 2 es un RPG brutal que no te tiene piedad y te obliga a aprender sus sistemas a profundidad para poder triunfar. En Revenge of the Seven esa dificultad se mantiene, pero ahora con la gran novedad de que es completamente opcional. Al iniciar el juego puedes elegir entre 3 dificultades ―fácil, normal y clásico― para que así puedas decidir cuál será tu veneno. La dificultad clásica entrega los mismos golpes que el juego de Super Famicom, mientras que la normal conserva gran parte del reto, pero también lo convierte en una experiencia mucho más digerible.

Un JRPG gratificante que pondrá los reflectores sobre una serie que merece más

Romancing SaGa 2 tuvo un relanzamiento años atrás que atrajo a varios jugadores, pero también alejó a otros por toda la fricción generada por el hecho de ser un juego diseñado con ideas de 1993. Ahora, Revenge of the Seven llega adoptando las lecciones que la industria ha aprendido durante muchos años para entregar una experiencia que tiene un inmenso respeto por lo que hizo un juego fantástico al original, pero que también hace un esfuerzo por ser moderna.

Como mencioné antes, no es como que Square Enix tomó Romancing SaGa 2 para casualizarlo. En su dificultad clásica, Revenge of the Seven es tan brutal como el original. Además, mantiene muchos elementos sin explicar para mantener la esencia de descubrimiento viva y que su estructura no lineal sea gratificante. Lo que hace es renovarlo para inyectarle nueva vida al hacer que esos roces que genera el original se sientan como un nuevo reto en lugar de un castigo.

Romancing SaGa 2 es un juego que me encantó, pero Revenge of the Seven me terminó por enamorar. Es un JRPG fantástico y espero que esta sea la oportunidad para que conecte con más personas. SaGa es una serie cuya experimentación la hace tener buenos momentos muy altos, pero malos momentos sumamente difíciles de digerir y Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven es uno de los puntos más altos que ha tocado. Con esto se convierte en la mejor forma en la que cualquiera puede probar esta serie por primera vez.

Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven llegará a PlayStation 5, PlayStation 4, Nintendo Switch y PC el 24 de octubre. Sigue este enlace para ver más noticias relacionadas con este JRPG.